El Zen es una escuela del budismo mahāyāna. La palabra Zen proviene del sánscrito “dhyana” (atención plena al momento presente), que pasó a China, convirtiéndose en “Chan”, y luego en Corea se transliteró fonéticamente en “Seon”, llegando finalmente a Japón, donde su transliteración es la actual palabra Zen. Hay que recordar que el Zen es una forma de budismo de origen japonés, por lo que la meditación que emplea esta corriente es el Zazen, al igual que la escuela Theravāda emplea la meditación Vipassana y la escuela de budismo tibetano el Dzogchen.
LA PRÁCTICA
Para practicar Zazen, la meditación zen, nos sentamos en un cojín o Zafu, bien erguidos, basculando la pelvis hacia delante a partir de la quinta vértebra lumbar y estiramos la columna vertebral. Cruzamos las piernas en la postura del loto o del medio loto de forma que las rodillas estén enraizadas en el suelo. (Según tu estado de salud también puedes sentarte en otras posturas: seiza (de rodillas) o la práctica en una silla.)
La mano izquierda descansa sobre la palma de la mano derecha, los pulgares se unen en la prolongación uno de otro con una ligera presión y el canto de ambas manos está en contacto con el bajo vientre. La barbilla recogida, la nuca estirada, la nariz en la vertical del ombligo, los hombros caen naturalmente. La boca está cerrada, la punta de la lengua apoyada en el paladar y la mandíbula relajada. Los ojos entreabiertos, la mirada, relajada, posada delante de uno mismo en el suelo. Poco a poco, la respiración se vuelve tranquila, larga, profunda. se trata simplemente de observar la respiración tal y como es, sin modificarla: estando ahí plenamente presente. En esta postura, al poner la atención en una justa tensión muscular y en la respiración, el flujo de los pensamientos queda interrumpido.
Y NATURALMENTE NUESTRO CUERPO…
Cuanto más practicamos zazen, más comprendemos, a través de las fibras de nuestro cuerpo, que estos pensamientos carecen de sustancia real, que van y vienen. Entonces podemos descubrir que existe una conciencia intuitiva, original y universal, radicalmente diferente de la conciencia habitual del yo. Si mantienes la postura justa y dejas que se instale una respiración profunda y apacible, la mente se amplía y se vuelve apacible.
El funcionamiento del cerebro se aclara naturalmente. No es un estado de conciencia particular, sino la vuelta sin más a la condición normal de la mente. Abandonamos el modo de pensamiento dualista del ego y se hace realidad la unidad original con todas las existencias. La conciencia intuitiva, hishiryo, pensar sin pensar por medio de la voluntad, aparece naturalmente gracias a la concentración en la postura y en la respiración.”
PRÁCTICA DE ZAZEN
Tienes a tu disposición sesiones en distintas franjas horarias y casi todos los días de la semana.
Un sábado al mes organizamos distintas sesiones, intensivas, de iniciación, adolescentes. Consulta aqui la del mes en curso.
Organizamos RETIROS fuera del centro de varios días.
HORARIOS Y CUOTA
Días y horarios para practicar:
Lunes a las 7:30 y 19:30
Miércoles a las 7:30 y 19:30
Viernes a las 19:30
Domingo a las 19:30 horas
CUOTAS
Cuota de socio mensual de 25 euros, sesiones ilimitadas
Si lo prefieres puedes asistir a la sesión que más te convenga por horario.
Aportación por sesión suelta 5€.
Primera sesión de prueba aportación por donativo
MONJE ZEN
Myosei, monje Zen
Acompaña las sesiones Albert, Myosei monje Zen budista desde hace más de 25 años.
Durante su adolescencia trataba de encontrar las respuestas sobre las muchas dudas de la vida. Desde la primera vez que se sentó para la práctica de meditación cuando tenía 20 años, en Barcelona (su ciudad natal) nunca ha abandonado la práctica del budismo zen con las enseñanzas de la Escuela Soto Zen .